Las barberías han tenido un revival en el mundo de la estética masculina. Si bien surgieron en la época antigua y en la era victoriana eran grito y plata, en el siglo XX su presencia en cada esquina se diluyó, siendo reemplazadas por salones unisex.
Hoy, en plena década de 2010, han resurgido en gloria y majestad, acaparando la atención de los hombres que se preocupan por su apariencia.
Un poco de historia
¿Imaginarías que en los orígenes de este oficio, los barberos eran cirujanos dentistas? Así es: estos profesionistas se encargaban tanto de las muelas picadas como de la estética masculina. Este antecedente histórico es un buen indicio de la precisión que requieren estas labores.
Los barberos no sólo se ocupaban de dar forma a la barba o cortar las patillas, sino que también blanqueaban los dientes, hacían amputaciones, extraían cálculos renales o quistes, se encargaban de drenar forúnculos y además preparaban ungüentos. Como ves, eran profesionales muy versátiles.
No fue sino hasta el siglo XV cuando, bajo el mandato del controvertido rey Enrique VIII, el oficio de barbero se separó del de cirujano, aún cuando seguían encargándose de extraer muelas picadas. Aún más, el destacado cirujano Ambroise Paré - considerado el padre de la cirugía moderna - inició su carrera como barbero.
Barberías en la Antigüedad
Pero los registros más remotos de barberos provienen del antiguo Egipto, sociedad donde este oficio era muy respetado, llegando a merecer incluso pequeñas estatuas. Tal es el caso de Meryma’at, quien afeitaba a los sacerdotes del templo de Amón.
En Grecia también el arte de cortar el cabello y la barba fue muy respetado. Aún más, es en esta civilización donde se crearon las primeras barberías, que hacían las veces de centro de reuniones, donde los hombres conversaban de asuntos políticos y filosóficos. El servicio era bastante completo, ya que incluía masaje, cepillado, abrillantamiento con lociones o cera de abeja y finalmente, perfumado con esencias florales y aceite de oliva.
La influencia griega llevó hasta Roma el oficio de barbero (o tonsores, como eran llamados). Ticinius Mena, un importante senador de aquella cultura, regresó desde Sicilia introduciendo estos locales en la sociedad. Allí este arte era muy respetado, pues los romanos cuidaban mucho su aspecto y aprovechaban la instancia para debatir asuntos públicos. El afeitado era hecho con agua y navajas de bronce afiladas, aunque también se aplicaron técnicas de depilado, con cera de abejas y pinzas. Es en este lugar donde se introduce la extracción de dientes al servicio completo.
Barberías en la actualidad
Aunque por prácticamente todo el siglo XX los salones atendían a hombres y mujeres de manera indistinta, es en nuestra época que renace el concepto de barbería, como un espacio propiamente masculino y un rechazo al estilo de vida acelerado.
Importancia del software para barberías
Ante el aumento de la demanda por este tipo de servicios, un software de barberías es la mejor alternativa para incorporar a este clásico el toque justo de modernidad, y a la vez que ofrecer un óptimo servicio a los clientes.
Por medio de un software para barberías es posible:
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Agendar citas online o anularlas según necesidad. De este modo, será posible realizar las reservas a toda hora, sin perder clientes porque la barbería está cerrada. Recuerda que en plena era digital, es imperdonable que tus servicios no estén a tono con los tiempos y obligues a los clientes a recurrir a métodos como el agendamiento presencial o telefónico, que hoy resultan de lo más arcaicos.
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Enviar recordatorios de citas. De este modo, los clientes tendrán presente que ese día deben darse un tiempo para ellos y no faltarán, evitándose así la pérdida de tiempo (y recursos) en esperarlos inútilmente.
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Controlar los flujos, a través de un sistema de caja intuitivo, cálculo automático de comisiones para los colaboradores e inventario automatizado, entre otras funcionalidades. Esto te permitirá llevar un mayor orden en cuanto a la administración de tu negocio.
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Segmentar a los clientes, diseñando promociones que respondan a sus intereses.
Como ves, un software para control de barberías es el complemento perfecto para hacer del retorno de este clásico a la era digital, la experiencia de estética más alucinante de toda la historia. ¿Te animas a implementarlo?
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