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Radiofrecuencia facial: Tipos y funcionamiento

Radiofrecuencia facial

Es impresionante cómo la ciencia y la tecnología nos han permitido conocer cientos de tratamientos que nos ayudan no solo para la apariencia física, sino también para nuestra salud. La estética es uno de los ámbitos de la salud que tiene constantes descubrimientos.

Varios procedimientos estéticos tienen la virtud de ser útiles para ambos aspectos. Puede que hayan comenzado con un propósito, y que los expertos después hayan notado que sus propiedades funcionaban para otras cosas, como ocurrió con la radiofrecuencia facial.

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La radiofrecuencia facial es un término bastante conocido por sus resultados altamente positivos en distintos padecimientos y condiciones médicas. A su vez, ganó más fama y popularidad luego de que fue adaptada y comenzó a ser utilizada como un tratamiento estético.

Teniendo esto en consideración, en el siguiente artículo conversaremos acerca de este procedimiento, como funciona, el antes y después, y todo lo que necesitas saber para ofrecer el servicio de radiofrecuencia facial en tu negocio.

¿Cómo funciona la radiofrecuencia facial?

Como su nombre lo indica, la radiofrecuencia facial utiliza un tipo de energía específica medida en longitudes de onda por segundo. Esta frecuencia está alrededor de nosotros cada día en todos los dispositivos que utilizamos, pero en una cantidad más disminuida. 

Mientras mayor sea la cantidad de ondas electromagnéticas, éstas se juntarán y transmitirán una mayor cantidad de calor. Durante la radiofrecuencia facial, la piel es sometida a este calor y estimula las células presentes en sus tejidos, específicamente los fibroblastos

Los fibroblastos están encargados de generar las distintas fibras presentes en los tejidos de la piel. El calor de la radiofrecuencia facial hará que incrementen su producción de colágeno y elastina como una reacción protectora. A su vez, las fibras envejecidas que perdieron su funcionalidad serán eliminadas. 

El tratamiento comienza a tener efecto desde lo más profundo, pues todas las capas de la piel, incluyendo la dermis, están bajo el efecto del calor. Sin embargo, la capa más superficial, la epidermis, está protegida por un gel mientras se emite el calor a través de movimientos circulares. 

Las sesiones de radiofrecuencia facial tienen una duración bastante corta, siendo de aproximadamente 15 minutos cada una. Es un tratamiento poco invasivo, y es más recomendable que el uso de compuestos químicos o la cirugía plástica. 

Beneficios de la radiofrecuencia facial 

La radiofrecuencia facial tiene muchas bondades. Es una gran manera de disminuir y suavizar las arrugas del rostro, por lo que es un tratamiento estrella para tratar las líneas de expresión, la flacidez, las cicatrices, reafirmar la elasticidad de la piel y evitar o reducir la celulitis y las estrías. 

Asimismo, puede ser utilizada para reducir la grasa localizada luego de que las células productoras de grasa sean descompuestas por las ondas electromagnéticas emitidas durante la radiofrecuencia facial. También mejora la apariencia de la piel, pues suavizan los pliegues y esto hará que se rejuvenezca. 

Estas ondas electromagnéticas ayudan a mejorar la circulación sanguínea de la zona tratada y la oxigenación de la piel, dándole un aspecto mucho más luminoso. Del mismo modo, mejoran el drenaje linfático, es decir, el drenaje de los líquidos y toxinas de los tejidos que pueden ser perjudiciales para nuestra salud si se acumulan.

La radiofrecuencia facial aumenta la homeostasis de la piel y la bioestimulación, así que solo traerá beneficios a aquellas personas que decidan llevar a cabo este increíble procedimiento. 

¿Cuándo notaremos los resultados de la radiofrecuencia facial?

Este tratamiento tiene muchas ventajas sobre otros con resultados similares. La radiofrecuencia facial se caracteriza por ser un procedimiento rápido e indoloro, así como ser accesible económicamente. Además, no necesita tiempo de recuperación y el paciente puede obtener resultados prácticamente inmediatos y duraderos. 

Es por eso que, entre todos los procedimientos estéticos de este estilo, la radiofrecuencia facial sigue siendo una de los más populares incluso entre aquellos que no son conocedores del tema. 

¿Cuánto duran los efectos de la radiofrecuencia facial?

En general, los efectos definitivos se observan de manera gradual y aumentan entre los 2 y 3 meses luego de iniciado el proceso. Asimismo, si se llevan a cabo periódicamente las sesiones, los resultados serán visibles por mínimo dos años.

Es importante que un especialista lleve a cabo el procedimiento, pues una temperatura mayor a los 41 °C puede ser perjudicial para el paciente, así como es necesario evitar una duración excesiva que pueda ser muy invasiva. 

Radiofrecuencia vs. lifting quirúrgico 

Hay muchos procedimientos seguros que tienen como objetivo el estiramiento cutáneo, tales como los peelings químicos o los liftings quirúrgicos. Estos últimos son bastante populares, al igual que la radiofrecuencia, pero pueden ser más invasivos.

La radiofrecuencia facial se caracteriza por atacar menos la piel, y nunca toma contacto con la capa más externa. Su objetivo es regenerar las fibras naturales de los tejidos, sin modificarlos. Por su lado, los liftings quirúrgicos eliminan los excesos de piel, creando efectos definitivos.

Aunque no se ha demostrado que éste tratamiento pueda reemplazar totalmente los liftings quirúrgicos, sí es una opción más cómoda, más rápida y más accesible. También, la radiofrecuencia facial tiene menos cuidados post-tratamiento. Los lifting pueden ser preferidos por aquellas personas que quieran resultados más inmediatos.

El antes y después de la radiofrecuencia facial

Como hemos mencionado previamente, la radiofrecuencia facial es el tratamiento estrella para rejuvenecer la piel. Al someterse al procedimiento, se podrá notar una piel más tersa y luminosa.

Hay varias zonas del rostro donde los cambios van a ser más evidentes, por ejemplo, las cejas, que se verán mucho más elevadas gracias a la contracción del óvalo facial. Los pliegues que se generan en las mejillas a la hora de sonreír o hablar se verán más disminuidos también.

Los pómulos tendrán una gran transformación, pues quedarán más acentuados, agregándole más definición a la piel, junto con una reducción de la papada, o de la piel sobrante del cuello.

Radiofrecuencia facial

Fuente: miradiofrecuenciafacial.com

Algunos tipos de radiofrecuencia facial

Según el objetivo que se tenga y la piel del paciente, hay diversas opciones a la hora de un tratamiento de radiofrecuencia facial. El tipo de procedimiento puede variar según el tiempo, la intensidad de ondas y la zona que va a ser tratada.

A grandes rasgos, la radiofrecuencia facial se puede clasificar según el tipo de aplicador que sea utilizado. Éste puede ser bipolar o monopolar, y van a diferir básicamente en el grado de profundidad que se quiera conseguir. 

Mientras que el aplicador bipolar actúa en capas más superficiales de la piel a través de dos electrodos, el unipolar utilizará un solo electrodo que le bastará para tener efecto sobre las zonas más profundas, las cuales generalmente tienen mayor cantidad de tejido adiposo. 

Según qué tan afectada esté la zona, la cantidad de sesiones de radiofrecuencia facial va a variar. Al ser un tratamiento progresivo, los resultados serán mejores luego de cada sesión requerida, por lo que es importante mantener la paciencia y la constancia. 

A su vez, hay otro tipo de radiofrecuencia facial que es el más popular para eliminar las arrugas. Ésta se refiere a la radiofrecuencia facial fraccionada, donde el aplicador no se desliza directamente sobre la piel, sino que las ondas son emitidas como pequeños láseres sobre la zona que va a ser tratada. 

Cuidados luego de una radiofrecuencia facial 

Lo más importante después de someterse a una radiofrecuencia facial es mantener el área tratada protegida del sol, así como mantener la piel altamente hidratada. 

Es normal que aparezcan pequeños hematomas luego de una radiofrecuencia facial, pero estos deberían ser transitorios y sin dolor. De igual forma, puede que presente un poco de hinchazón y enrojecimiento. 

Algunos especialistas sugieren hacer ejercicio luego de una sesión, pues la actividad física puede ser positiva para estimular el drenaje linfático de la zona afectada, con tal de reducir la grasa excedente que queda acumulada luego de la radiofrecuencia facial.

No es recomendable que las personas con ciertos padecimientos clínicos relacionados al corazón, sobrepeso, alteraciones de la coagulación o cáncer se hagan una radiofrecuencia facial, al igual que las mujeres embarazadas y aquellas en lactancia. 

Por último, es importante que las personas que deseen someterse a una radiofrecuencia facial primero consulten con un cirujano o dermatólogo que asigne el tipo de tratamiento, la cantidad de sesiones y que conozca la piel del paciente. 

En suma, la radiofrecuencia facial es una técnica interesante y atractiva que puedes ofrecer en tu negocio. Asegúrate de documentarte lo suficiente sobre esta práctica y capacitar a tu personal al respecto; de esta manera, podrás ampliar tu oferta de servicios y diferenciarte de tus competidores.

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