En los últimos años la industria de la belleza ha cobrado cierta fuerza y los salones de estética se han constituido en negocios capaces de generar excelentes ingresos.
Si has pensado en abrir uno, deberías tener en cuenta los siguientes consejos, a fin de que marques la diferencia.
Piensa un buen concepto
Busca un concepto único y acorde al público objetivo que buscas atender, para esto debes poner especial atención en la decoración, ubicación y los profesionales a contratar.
Busca un mentor
Si no tienes experiencia como administrador, antes de abrir tu salón busca la asesoría de un profesional que haya sido propietario de peluquería durante mucho tiempo. Él podrá solucionar tus dudas y guiarte por el buen camino.
Procura que tu salón sea lo más moderno posible
Con tanta competencia tu salón tiene que marcar la diferencia. Por lo tanto, en la medida de tus posibilidades, dótalo con equipos de última tecnología e implementos e insumos de la mejor calidad.
Modernízate en lo que se refiere a la gestión
Hoy en día, puedes implementar el uso de un software para agendar citas que te permita ofrecer reservas online, controlar tus ingresos y administrar inteligentemente tu base de datos de clientes, estos software para peluquería son muy completos.
Todo esto te permitirá ofrecer un servicio de mayor calidad y administrar tus activos de la manera más inteligente posible.
Tu trabajo debe responder a tu actividad en las redes sociales
No caigas en el error de esos estilistas que publican en sus cuentas fotografías impactantes, pero que en realidad no tienen ni la experiencia ni el talento para lograr tales trabajos. Eso puede traer un cliente un día, pero ten por seguro que no volverá. Desarrolla tus habilidades antes de emplear las redes sociales para promocionarte.
Independientemente del software para administrar un salón de belleza que emplees o la calidad de los insumos que manejes, debes tener presente que en un salón de belleza trabajas con la autoestima y la forma de sentirse de las personas. Preocúpate por ellas y esmérate en entregarles aquellas cosas que las hacen felices. Eso te convertirá en un mejor estilista.
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