¿Sabías que el acné excoriado es un tipo específico de acné que está relacionado con el trastorno de ansiedad y estrés? Las personas que lo padecen sienten un deseo incontrolable de pellizcar su piel continuamente hasta ocasionar lesiones como marcas y cicatrices.
Este tipo de acné es frecuente en mujeres jóvenes que se preocupan por su apariencia y sufren de ansiedad, depresión o algún trastorno obsesivos-compulsivo. Vamos a hablar de este padecimiento, entendiendo en qué consiste, cuál es su causa, sus características y, por supuesto, cómo evitarlo.
¿Qué es el acné?
El acné es una enfermedad dermatológica, es decir, que afecta a la piel del paciente. Algunas personas lo conocen como acné vulgar, y se caracteriza por la presencia de lesiones cutáneas en la zona del rostro.
Dichas lesiones se diferencian entre nódulos, pápulas, comedones (o espinillas) y pústulas. Dependiendo de cada caso, estas podrán desaparecer por sí solas, aunque el tiempo en que lo harán será diferente en cada paciente. De esta forma, algunos pueden llegar a presentar cicatrices hipertróficas como consecuencia.
Se sabe que 8 de cada 10 personas de entre 10 a 25 años han sufrido de acné, siendo la adolescencia la etapa durante la cual pueden verse más afectadas. No obstante, no a todos afecta por igual, así que cada paciente suele presentar distintas lesiones en su rostro.
¿Qué es el acné excoriado y cuáles son sus causas?
Existen diferentes tipos de acné. Uno de estos es el acné excoriado, que consiste en un conjunto de lesiones que el propio paciente ocasiona en su rostro al intentar manipular su acné vulgar. En otras palabras, son deformaciones que se provoca uno mismo al momento de exprimir o desgarrar las lesiones que ha ocasionado el acné.
Por lo general, el acné excoriado se presenta en pacientes con trastorno obsesivo-compulsivo, quienes no logran controlarse y terminan manipulando de manera desmedida la piel afectada.
En medicina, el término excoriación es empleado para referirse a la irritación o desgarre de la piel ocasionado por el constante roce con otra parte del cuerpo, ropa u otros objetos que terminan por alterar el tejido cutáneo del paciente. De esta manera, el nombre de acné excoriado hace referencia a lesiones provocadas por el propio paciente.
Este tipo de acné fue diagnosticado por clínicos franceses, quienes observaron que algunas adolescentes presentaban determinadas alteraciones psicológicas como la autoagresión, culpabilidad y autorrechazo, todas asociadas al acné. Así, ellas intentaban exprimir sus lesiones, provocando un mayor daño en su rostro.
Características del acné excoriado
El acné excoriado se caracteriza por la presencia de los siguientes rasgos:
- Presenta un componente psicológico: Ya hemos mencionado que el acné excoriado es típico en pacientes con trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). Sin embargo, también puede presentarse en casos de ansiedad o altos niveles de estrés. En cualquier caso, está asociado a un estado psicológico alterado.
- Lesiones severas: El acné excoriado es considerado una enfermedad cutánea de gravedad media-baja. Sin embargo, las lesiones pueden llegar a presentarse con ulceraciones superficiales y manchas color ocre, capaces de dejar cicatrices de difícil tratamiento.
- Puede causar infecciones: Debido a la constante manipulación de zonas de la piel que se encuentran expuestas, el acné excoriado puede dar lugar a infecciones o a la proliferación de bacterias, requiriendo un tratamiento mucho más complejo que el acné vulgar.
- Es más común en mujeres: Este tipo de acné suele presentarse en mayor medida en pacientes femeninos, generalmente debido a factores sociales, como los estereotipos que enaltecen una imagen de piel perfecta. La búsqueda desesperada de mitigar la deformación de la piel termina por impulsar respuestas de autoagresión en la paciente.
Cómo evitarlo y tratarlo
Dadas sus características, es fácil comprender que el tratamiento del acné excoriado requerirá no solo de la atención de un dermatólogo, sino que además debe incluir terapias que refuercen el amor propio y la autoconfianza, aunado a técnicas para calmar la ansiedad.
Pero, en principio, para evitar la aparición de este tipo de acné, debemos valorar las siguientes recomendaciones:
- Evitar manipulaciones innecesarias: Para empezar, es importante reconocer que la magnitud del acné puede empeorar tras una manipulación recurrente e innecesaria. En este sentido, el primer paso para evitar la aparición del acné excoriado es regular cuanto sea posible el manipular las zonas del rostro afectadas.
- No limpiar excesivamente el rostro: El paciente debe considerar cuántas veces al día limpia su rostro con el fin de controlar el acné. De igual forma, debe controlar el uso frecuente de productos agresivos que utilice para limpiar su rostro y eliminar las lesiones.
- Aceptar los cambios de nuestro cuerpo: como existe un componente psicológico en la presencia del acné excoriado, es importante abordar los problemas de esta índole. El paciente debe aprender a reconocer los cambios de su cuerpo de manera positiva, aceptándolos como parte de su desarrollo.
- Reducir escenarios estresantes: Si el paciente es capaz de reconocer cuáles son los agentes estresores que podrían estar causando sus episodios de ansiedad o estrés, podrá evitarlos, reduciendo así su carga. Esto le permitirá evitar comportamientos de autoagresión.
Otros factores, como la voluntad del paciente, también serán claves en la obtención de un tratamiento efectivo, ya que todavía no hay una cura definitiva para evitarlo.
Un acné que requiere de un tratamiento integrado
El tratamiento del acné excoriado debe ser supervisado, y no solo por un dermatólogo que pueda elaborar la receta necesaria de medicamentos que el paciente necesita; este tipo de acné requiere de atención especializada y terapias con psicólogos o psiquiatras, dependiendo de cada caso.
La evaluación en conjunto de un dermatólogo y psicoterapeuta es decisivo, ya que ayuda al paciente a comprender sus sentimientos y evitar así el impulso de pellizcar su piel, ocasionando lesiones profundas que acaban deteriorando más su autoestima.
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