El maquillaje puede parecer una actividad sencilla y casi parte de nuestro día a día pero la teoría tras muchos de los mejores maquilladores del mundo es mucho más interesante de lo que te puedes imaginar. Todo comienza por el mismo lugar y es el color. Es fundamental que un profesional de la belleza tenga un entendimiento de cómo funcionan los colores, cuales son los primarios, cómo se ve una rueda cromática, etc. Es por eso que la colorimetría en el maquillaje es una pieza fundamental para lograr looks armoniosos y que se complementen entre ellos.
La colorimetría es el estudio del color, sus complementos y cómo implementarlo. Ya sea en la peluquería, diseño de interiores, diseño de modas o maquillaje, la colorimetría es fundamental para saber cómo combinar colores. En el maquillaje la colorimetría tiene muchísimos usos entre los cuales podemos encontrar: utilizar colores que favorezcan los tonos de piel de las modelos, utilizar colores para resaltar u ocultar ciertas facciones, usar colores en específico para neutralizar otros, etc.
Pero antes de adentrarnos en el tema de la colorimetría es fundamental que conozcas la rueda cromática, sus usos y cómo leerla.
Rueda cromática
Todos hemos visto un círculo cromático alguna vez en nuestra vida, desde que estamos en el jardín de la infancia lo utilizan para enseñarnos los distintos colores. Su función principal, más allá de permitirte visualizar los distintos colores, es darte una idea de qué colores se complementan y cuáles no.
La rueda cromática nace desde los tres colores primario amarillo, azul y rojo. A partir de ahí se crean los colores secundarios y terciarios que son los resultados de los colores mezclados entre sí. Por ejemplo, el rojo es un color primario pero el naranja es secundario ya que nace de la mezcla de dos primarios.
La forma en la que relaciones los distintos colores y el lugar en el que se encuentran en el círculo cromático determinarán si son análogos, complementarios o monocromáticos. Este mismo principio es aplicable al maquillaje y a los colores que utilices en el momento.
Colores análogos
Son aquellos que están uno al lado del otro en el círculo cromático. Por ejemplo, azul, violeta y morado son colores análogos. Un maquillaje análogo es entonces aquel que utiliza colores vecinos en la rueda cromática. Esta estrategia es muy utilizada para asegurar un maquillaje armonioso.
Colores complementarios
A diferencia de los análogos, los colores complementarios son aquellos que se encuentran en lados opuestos del círculo cromático. Por ejemplo, el rojo y verde son colores complementarios ya que están uno frente al otro en la rueda. Puedes utilizar estos colores en tu maquillaje si estás buscando un resultado cargado de contrastes y mucho drama, son ideales para llamar la atención.
Monocromático
Tal como lo dice la palabra monocromático es cuando utilizas tonos que derivan de un solo color y su única diferencia es la cantidad de luz o sombra que tenga el mismo. Un ejemplo de maquillaje monocromático es únicamente utilizar sombras en distintos tonos de azul, tal cual como se muestra en la imagen de ejemplo.
Ahora que sabes y entiendes la rueda cromática y los distintos colores que podrás sacar de la misma es momento que veas la diferencia entre los tonos fríos y los cálidos.
Tonos fríos y cálidos
Este concepto te será útil tanto para escoger los colores que quieres utilizar como para determinar el tono de piel de tu cliente y sobre la base de ello descartar algunos colores.
Los tonos fríos son aquellos en los que predomina el azul, violeta y verde. Las personas con tonos de piel más fríos son aquellas en las que sus venas o la zona inferior del ojo se ven azules. A estos tonos les va bien los colores oscuros o pasteles, esto lo puedes tomar en cuenta a la hora de maquillar a una persona con este tono de piel. Los colores muy vibrantes harán ver a tu cliente apagada y un poco gris, es por ello que no se recomiendan.
Los tonos cálidos por su parte, son aquellos más apegados al amarillo, naranja y rojo, Las personas con este tono de piel suelen verse un poco más bronceadas. Los colores que mejor le van a este tono de piel son los dorados, café, rojos o nude. El uso de estos colores les da una apariencia joven y alegre mientras que el uso de colores oscuros les hace resaltar facciones como las ojeras.
La colorimetría es una habilidad de gran importancia para cualquier persona en el sector de la belleza y se va afinando con la práctica. Por eso puedes empezar a implementarlo desde casa, intenta determinar las tonalidades de ciertos objetos o rétate a combinar colores que no usuarias con frecuencia. De esta manera cuando tengas cualquier cliente sabrás cómo enfrentarte a los retos que puedas encontrarte y además ya tendrás en mente los colores que más le favorezcan.
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